Siempre he pensado que lo que queda de un poeta es una antología y que no hay mejor forma de sobrevivirse que una buena selección. Anabel Torres me da la oportunidad de reforzar es teoría. Efectivamente, su último libro ¿Y la alegría? me parece la mejor confirmación. Este es su libro. Atractivo desde el título, una interrogante, que apunta hacia una tonalidad emotiva de lo incierto, y enlaza con el gran motivo que ha llevado de cabeza a toda la filosofía y poesía de Oriente a Occidente, lo que verdaderamente importa, lo preocupante: el ser, la alegría. El título, entre Ungaretti y Pizarnik, pero despegado de sus incidencias, realmente nos toca la fibra. Torres no es una poeta de materia marmórea, hacedora de versos fríos tipo Elizabeth Bishop. Tampoco una poeta alejada de la responsabilidad humana, como ciertos hermetismos. Acercando lo particular y lo general, lo personal y lo político, esta poeta nos permite ver la extraña relación existente entre lo privado (oikos, la casa) y lo público (polis, la plaza), como dijera Habermas. Así conecta con una expresión que da a su voz un verdadero poder de verbo creador y actual.
Autor: Torres, Anabel
Precio: $30,000