El pequeño Jekyll sueña con convertirse en un gran científico y doctor. Hyde, por el contrario, imagina ser un famoso protagonista de películas de terror. Jekyll ayuda a cruzar las calles a los ancianos y desvalidos; Hyde se ocupa de rescatar y guiar a los insectos en las grietas confundidos. El pequeño Jekyll escoge el lado derecho de su habitación para ordenar. El pequeño Hyde el izquierdo, donde un campamento puede armar. Frente a los espejos deformantes de la Casa Embrujada, Jekyll de su imagen se asusta. A Hyde ver su cabeza agrandada mucho le gusta. Con una película romántica el pequeño Jekyll come maíz y llora de ternura; el pequeño Hyde se ríe burlón y eructa de llenura. En el día de la madre, una función de magia y música han preparado: De un sombrero el pequeño Jekyll extrae un enorme conejo. En medio del humo, Hyde se desvanece detrás de un espejo.
Autor: Mendoza Luna, Miguel; Rodríguez, Andrés
Precio: $60,000