Una galería imaginaria

Por Jaime Londoño De las manos de María Luisa Martínez surgen los tonos que trazan algunos aspectos de la vida del poeta Juan Manuel Roca. En "Una galería imaginaria", la cotidianidad se torna literatura; poesía que resalta la vida del buen humor que, a diario, el poeta obsequia a sus contertulios. Cada ilustración es un llamado al pensamiento, un llamado a la alegría. En esas mágicas pinceladas la voz de la ilustradora llega hasta el instante en que reta al lector para que goce, junto con el poeta, de los momentos simples de la vida, que por su sencillez se tornan profundos y memorables: "A los locos del pueblo que cruzan enfundados en una capa de harapos como reyes miserables [...] les dedico esta ronda de palabras sin blasones: algo de ellos convive sin remedio en mi pellejo". "Una galería imaginaria" no es sólo un libro de poemas. Es un libro con el pensamiento vivo del poeta Juan Manuel Roca escrito en máximas, instantáneas y epigramas en los que la literatura aflora con una fuerza arrolladora. No hay un libro de la misma índole en el panorama de la literatura latinoamericana. La voz de las ilustraciones no opaca la voz de los poemas: los resalta de tal modo que cada trazo parece un personaje más, un obsequio, tanto para el lector como para la imagen que suscita el poema. En esta danza de letras y de tonos podemos comprender cómo la literatura puede conservar la memoria. Hay algo que tiene que ver con la juventud o con la experimentación infantil: "El niño que fui / se asoma a mi espejo / y me saca la lengua". Es el doble filo del saber que conduce a quien lo lee a sorprenderse a cada instante: poemas agudos, máximas certeras que desdoblan la emocionalidad tornándola otro libro que se abre hacia adentro como la flor de la intuición. Es una invitación a recorrer el universo de lo onírico. Los dibujos me brindan el poder de pasar al reino creativo del poeta, a su universo de imágenes que nos ayudan a comprender su vasta obra. El intertexto que se maneja en este libro es de gran importancia, porque nos evidencia los vasos comunicantes con los que el poeta Juan Manuel Roca urde la trama de su pensamiento poético; ejemplo de ello es: "A estas alturas me resulta igual de atractivo (salud, maese Lezama) el viaje entre dos sillas que en la nave de Odiseo". El otro libro, el de la memoria, empieza cuando sucede que uno cierra este ejemplar. Nos deja pistas para, como expresa Juan Manuel, desconfigurar la realidad, para suprimirla. Y así debe ser, no hay otro camino para llegar a comprender las emociones. Hay tal continuidad en el entramado que a veces se puede sentir que se halla en una sesión donde a lo lejos el autor y la ilustradora le adivinan a uno la esperanza, como aquella relación de hermandad entre la adivinación y la profecía, porque en el libro estamos todos junto a la dimensión positiva de la muerte como acontece en "Poema del tiempo": "Un niño / se zafa de la mano / de su padre./ Entra por la puerta / giratoria de un hotel /y tras el giro, / al volver a la calle, / es un anciano". Me place mucho editar este libro, donde El ahorcado que aparece en el Tarot no cuelga y convive con "la vida, esa feroz bancarrota", y con la conciencia de la finitud: "leí mis propias manos y vi la muerte paseando entre dos senderos imprevistos". Es la visión de alguien que, tras leer esas cartas que Tot ideó, nos enseña a los lectores las diversas fórmulas para cruzar ambos ríos: el de la muerte y el de la vida. Hay en él un flujo distinto, corrientes y referencias que nos llevan a comprender la ilusoria andanza.

Autor: Roca, Juan Manuel ; Martínez, María Luisa

Precio: $60,000