Tres por cinco

Más que historias estos cuentos son casi mitos, que atrapan con pinceladas de belleza y dibujan símbolos en el aire. Rebeldes, libres y muy apasionados, los cuentos de Luisa Valenzuela son el mejor ejemplo de la intensa literatura de una de las voces más profundas de la actual narrativa latinoamericana. Pero contar historias puede ser eso y mucho más. Porque podrá uno buscar en estos cuentos y perderse en la inmensidad. Podrá dar vueltas en la calesita sin saber si las paralelas acabarán por juntarse. O podrá reír con el ritual de los chapayecas, así hasta perderse en el laberinto de los días y las palabras. Un nuevo libro apareció en España. Se trata de Tres por cinco (Editorial Páginas de Espuma). Reúne sus cuentos de curiosa manera: son cinco secciones, con tres cuentos cada una: "Borraduras", "Nuevos mundos", "Edad temprana", "Juegos" y "Desplazamientos". Cinco espacios narrativos por los que la autora transita habitualmente, dado que Valenzuela juega con lo que se borra y se desplaza en mundos nuevos. La frescura de su letra siempre parece surgir de una edad temprana. Los cuentos "El poncho del diablo" y "Maceta" se ubican en esta zona, y en ellos aflora el deseo de escribir como un ímpetu vital, una forma de enlazar con las palabras, sostenida y sustanciosamente, el sentido huidizo de la vida. Así, una flor manifiesta sus ganas de soltar raíces, como quien suelta amarras, para buscar su pétalo perdido, diciendo: "Faltas no me ganan". Y en vez de corregirse, como la gente suele hacer cuando tiene un lapsus o un equívoco, "faltas no me ganan" será la letra del estribillo de una canción. En "Tiempo de retorno" (un tiempo que Valenzuela conoce, como frecuencia personal, de idas y vueltas, viajes y reclusiones), se nombra el exilio como forma de "dejarse seguir viviendo a la distancia". Y allí mismo expone lo inasimilable: "Volver, como arrancarse una máscara, nos devuelve al intangible efecto final de lo que somos". En "La errante", podemos seguir la pista de la autora: "También yo me siento como un texto perdido, enredada como estoy entre tantos viajes". Pero por suerte la literatura es patria portátil. "Se dice que no somos nadie si nuestro reflejo no figura en un cuento". En este sentido, es fácil, y desafiante, encontrar el reflejo de la realidad argentina en varios cuentos de Valenzuela. Un libro suyo se titula La realidad argentina desde la cama. Igualmente, más que narrar lo ocurrido, sus textos responden a la ocurrencia. El efecto de su escritura –a veces violenta, otras juguetona– invita a participar en una trama que parece gestarse en el momento de la lectura.

Autor: Valenzuela, Luisa

Precio: $76,000