Abuelo de pájaro

Los poemas, las adivinanzas y los trabalenguas de Abuelo de pájaro hacen que la lectura de este libro sea una experiencia muy cercana al juego, a la creatividad, al humor y la expresividad verbal y corporal. Compuestos con la sensibilidad y la musicalidad innata del maestro Jorge Velosa, los poemas les cantan a los animales, a la amistad, a la compasión, al trabajo en equipo, a las tradiciones y a la vecindad, entre otros. Las adivinanzas, tal vez el plato fuerte del libro, nos llevan a preguntarnos —tanto a grandes como a niños— acerca de la belleza, de lo simple y de lo valioso de ciertos objetos, animales y alimentos sobre los que cotidianamente no nos detenemos. Con sus acertijos y juegos de palabras, el maestro Velosa nos invita a hacer una pausa para observarlos de cerca, apreciarlos, y agradecerlos. También tengo doce, mas no soy reloj, ni meses del año, ni apóstol soy yo, pero tengo doce campanas que son como los latidos de mi corazón. Por su parte, los trabalenguas son divertidos desafíos que no sabemos si lo que buscan es retar a la memoria, o si su verdadero objetivo es provocar ataques de risa a los lectores que, en solitario o acompañados (mejor acompañados) intentan soltar la lengua con tan desopilantes retahílas. Podríamos decir que también los poemas y las adivinanzas nos invitan a ponerlos en escena en la sala de la casa, en el comedor, en el salón de clases, en el recreo o en la biblioteca del colegio. Creadas por Gabriela Otálora, las ilustraciones que acompañan el libro nos dan sutiles pistas (en las adivinanzas) o potencian la expresividad de los poemas y los trabalenguas. Para conceptualizar la estética de Abuelo de pájaro, Gabriela sostuvo varios encuentros con el maestro Velosa en los que él le contó acerca de la motivación, la pertinencia y el origen de cada texto. En esos encuentros afloraron recuerdos de infancia, escenas de antaño, personajes oriundos de Ráquira y otros pueblos de Colombia, y saberes y tradiciones —algunas casi perdidas— que lo inspiraron mientras escribía. Fue así como Gabriela pensó en una imaginaria compañía de teatro y luego empezó a bocetar los personajes que la integrarían: un mago al que no le salen bien los trucos, un histriónico mimo (gato), una talentosa bailarina, una vaca todera, una corte de revoltosos pajaritos y un perro con problemas de atención (el ayudante del mago), personaje inspirado en Olivia, su perrita. Ellos fueron los encargados de poner en escena cada uno de los poemas, las adivinanzas y los poemas que alumbran estas páginas de principio a fin. Para los niños, Abuelo de pájaro es un libro que divierte, que estimula la creatividad y que les invita a preguntarse acerca del mundo. Para los adultos, este libro es un puente directo a la infancia, un enchufe universal para a conectar con el niño interior.

Autor: Velosa, Jorge

Precio: $60,000